Crece un circuito exclusivo de excursiones y reservas naturales para observarlas. Aparecieron dos tipos de colibríes nunca vistos en las islas.
El Delta tiene miles de pequeños residentes que pasan inadvertidos para los visitantes: las aves. Pero esa interacción casi nula empieza a cambiar. De hecho, la diversidad de aves empezó a ser un imán turístico.
Es tan así que en las islas de Tigre y San Fernando desembarcan guías que traen grupos de personas con el único fin de observarlas; hoteles y cabañas hospedan aficionados del avistaje y les arman paseos a medida; se organizan salidas en canoas con el mismo fin; y el Municipio de Tigre prepara una excursión pensada para ver aves.
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